Erase una vez una jirafa que se creía persona. La jirafa andaba a dos patas y se metía tampones cuando le chorreaba( no hace falta mas no?) . Pero un día una ballena que se creía perro le dijo que no era una persona. La jirafa se cabreó y le dio una coz en el ojo a la ballena. Pero luego se dio cuenta de que lo que le dijo la ballena era verdad y se pasó el resto de su vida dándole cozes a la ballena. Todo esto le dio mucho trabajo a el heladero, que cobraba trece mil euros al mes.
P.D: Nunca le digais a una jirafa que se cree persona que no es una persona.
Firmado, Picota.
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